Consiste en un funcionamiento intelectual por debajo
del promedio. Es una condición que dificulta y lentifica el desarrollo de los
niños.
El retraso mental hace referencia a un trastorno en el
que la capacidad de una persona de aprender y funcionar es más limitada que en
otras personas de la misma edad. Durante la infancia y los primeros años en los
que un niño comienza a caminar, se lo puede considerar solamente un poco lento,
aunque puedan ser visibles retrasos en el desarrollo y en las habilidades
motrices y del lenguaje. Sin embargo, a menudo no se realiza un diagnóstico del
retraso mental hasta que el niño se encuentra en la escuela primaria y presenta
dificultad para desarrollar las habilidades académicas. Si bien los niños con
síndrome de Down sufren de retraso mental, existen otras causas que ocasionan
retraso mental.
Tipos de retraso mental:
Retraso Mental
leve.............................. CI 69-50
Retraso Mental Moderado.................. CI 49-35
Retraso Mental Grave......................... CI 34-20
Retraso Mental Profundo.................... CI menor de 20
Retraso Mental Leve
Supone el 85% de todos los retrasados y son
considerados como “educables”. En la mayoría de los casos no existe un
etiología orgánica, debiéndose a factores constitucionales y socioculturales,
por lo que suelen pasar inadvertidos en los primeros años de vida ya que su
aspecto físico suele ser normal aunque puede haber algún tipo de retraso
psicomotor. El retraso, se pone de relieve coincidiendo con la etapa escolar
donde las exigencias son mayores. Tienen capacidad para desarrollar los hábitos
básicos como alimentación, vestido, control esfínteres, etc, salvo que la
familia haya tenido una actitud muy sobreprotectora y no haya fomentado dichos
hábitos.
Pueden comunicarse haciendo uso del lenguaje tanto
oralmente como por escrito, si bien, presentarán déficits específicos o
problemas (dislalias) en alguna área que precisará de refuerzo. Con los
adecuados soportes pueden llegar a la Formación Profesional o incluso a
Secundaria.
Retraso Mental Moderado
Representan el 10%. La etiología suele ser orgánica por
lo que presentan déficits somáticos y neurológicos. A pesar de que muchos de
ellos pueden presentar un aspecto físico “normal”, los diferentes déficits en
el curso evolutivo se hacen patentes desde la infancia. En el origen se
especula con anomalías genéticas y cromosómicas, encefalopatías, epilepsia y
trastornos generalizados del desarrollo (T.G.D.) que comprenden el autismo y la
psicosis infantil. Pueden llegar a adquirir hábitos elementales que les
permitan cierta independencia pero deberán ser guiados en otras muchas facetas.
Respecto a su capacidad de comunicación puede ser
variable y va desde un continuo donde pueden expresarse verbalmente y
difícilmente por escrito a presentar serios problemas con deficiente
pronunciación y ausencia total de la capacidad para escribir.
Su capacidad intelectual es intuitiva y practica.
Pueden adquirir conocimientos pero se reducen a mecanismos simples.
memorizados, con escasa capacidad para comprender los significados y establecer
relaciones entre los elementos aprendidos.
Pese a todo, son educables a través de programas
educativos especiales, aunque siempre se mostrarán lentos y con limitaciones de
base.
El carácter que predomina en estos niños es el de la
hipercinesia con aparición frecuente de rabietas. Les gusta reclamar la
atención del adulto y pueden utilizar cualquier método para conseguirlo, en
especial, aquellos niños que tienen menguadas sus capacidades de expresión
verbal. La afectividad es muy lábil con manifestaciones exageradas de sus
sentimientos, pudiendo pasar de la búsqueda afectiva de un adulto a mostrar con
él un comportamiento desobediente e incluso provocador y agresivo.
Retraso Mental Grave
Suponen un 3-4%. La etiología en estos casos es
claramente orgánica en su mayoría, semejante a la descrita en el Retraso Mental
Moderado pero con mayor afectación en todas las áreas tanto somática,
neurológica o sensorial, poniéndose de manifiesto un retraso general en el
desarrollo desde los primeros momentos de vida.
Adquieren mecanismos motores elementales y el
aprendizaje de hábitos de cuidado personal es muy lento y limitado, necesitando
siempre ayuda y supervisión. Los que llegan a comunicarse verbalmente, lo hacen
con pocas palabras o frases elementales con defectuosa pronunciación. Pueden
adquirir algunos conocimientos simples y concretos de sus datos personales,
familiares así como de objetos personales de uso habitual aunque estos contenidos
pueden no ser persistentes debido a su dificultad para fijarlos en la memoria a
largo plazo.
En la conducta destacan las crisis de cólera y
agresividad por su falta de razonamiento, llegando a las autolesiones. Suelen
ser frecuentes los trastornos de hábitos motores: chupeteo, balanceo, bruxismo,
así como síntomas psicóticos: estereotipias, manierismos, ecolalia, etc.
Estos niños deben acudir a los Centros de Educación
Especial donde pueden llegar a un nivel muy básico de aprendizaje pre-escolar.
En la vida adulta pueden adaptarse a la vida familiar y
comunitaria, siempre de forma tutelada, pudiendo insertarse en programas
laborales de terapia ocupacional en tareas muy simples.
Retraso Mental Profundo
Representan tan sólo el 1 o 2% del total de los
diagnosticados como retrasados. La etiología es siempre orgánica, produciendo
graves alteraciones en todos los niveles con una importante afectación motriz.
Dentro de esta categoría, a veces, se solapan otros
trastornos que pueden ser susceptibles de diagnóstico diferencial y en el que
el Retraso mental profundo es uno de sus síntomas. Nos estamos refiriendo al
Autismo atípico o a los diferentes síndromes genéticos que suelen cursar con
Retraso Mental (Síndrome de X Frágil, Síndrome Cri du Chat, etc...)